FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DE PERSONAS SORDOCIEGAS DE ESPAÑA

La Asamblea General de las Naciones Unidas ha proclamado oficialmente el 27 de junio como el Día Internacional de la Sordoceguera, a partir del año 2025. Esta fecha tan significativa, que coincide con el nacimiento de Helen Keller, representa un paso histórico hacia el reconocimiento de la sordoceguera como una discapacidad única, con retos, barreras y necesidades de apoyo específicos para alcanzar una inclusión real y plena de las personas sordociegas en la sociedad. 

Oficial el DIPSCs

Un logro internacional fruto del trabajo colectivo 

Este importante reconocimiento ha sido posible gracias al liderazgo de la Misión Permanente de la República de Croacia ante la ONU, y al impulso de organizaciones como la Federación Mundial de Sordociegos (WFDB) y la Unión Europea de Sordociegos (EDbU), con el apoyo de numerosos países, entidades, personas sordociegas, profesionales y aliados en todo el mundo. 

Desde FASOCIDE expresamos nuestro más profundo agradecimiento por su compromiso, su empatía y su firme apuesta por los derechos de las personas sordociegas. Valoramos especialmente que este proceso haya contado con la implicación directa del propio colectivo, cuya participación activa es imprescindible para construir políticas verdaderamente inclusivas. 

Una jornada para visibilizar y reivindicar 

A partir de ahora, cada 27 de junio será una fecha para visibilizar la sordoceguera, reivindicar la identidad, los derechos, la igualdad y la inclusión social de las personas sordociegas, y recordar que aún queda mucho por hacer para que se respeten nuestros derechos en todos los ámbitos de la vida. 

La voz de FASOCIDE 

Desde FASOCIDE celebramos este reconocimiento internacional, fruto de muchos años de lucha del movimiento asociativo de personas sordociegas.
Llevamos más de tres décadas trabajando sin descanso, y a pesar de los avances conseguidos, aún no se ha alcanzado la igualdad real y efectiva para nuestro colectivo. Seguimos enfrentándonos a falta de recursos específicos, apoyos insuficientes y barreras que limitan nuestra participación plena en la sociedad. 

Hoy más que nunca, reivindicamos el respeto al colectivo de personas sordociegas, la necesidad de una atención adecuada y de calidad, y el compromiso firme de las administraciones públicas y de las empresas.
En un momento que debería ser de prosperidad para nuestro colectivo, seguimos enfrentando numerosas barreras y dificultades. Reafirmamos nuestra voluntad de seguir luchando con esfuerzo, dignidad y determinación, junto a las personas sordociegas, sus familias, profesionales y asociaciones que nos acompañan. 

Reivindicamos que se cuente con el propio colectivo de personas sordociegas en cada decisión que nos afecta. Nada sobre nosotros sin nosotros.

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