Desde el año 2020, con el surgimiento de la pandemia provocada por el COVID-19, la sociedad se ha tenido que adaptar a una nueva forma de vida y cumplir con las estrictas normas de seguridad impuestas para controlar la transmisión del virus, viendo restringida su capacidad de libertad y movimiento.
Ha sido un período de mucha incertidumbre y está resultando muy duro y difícil para todos, pero todavía más para el colectivo de personas sordociegas, si tenemos en cuenta que requieren del contacto físico para comunicarse y desplazarse, justo algo que se ha prohibido expresamente para frenar los contagios.
Para las personas sordociegas esta situación ha supuesto un reto todavía mayor, a su gran capacidad de adaptación y resiliencia, pues se han agravado sus barreras de acceso a la información, a la comunicación y a la movilidad y, además, muchas de ellas han sufrido un aislamiento extremo de incomunicación y desconexión con el mundo que les rodea.
Los y las profesionales del servicio de guías-intérpretes han estado al lado de las personas sordociegas durante toda la pandemia, intentando mitigar esa sensación de soledad, informándoles, ayudándoles en todo lo posible y acompañándolos físicamente siempre que ha sido preciso, cumpliendo al máximo con las normas sanitarias de cada momento, pero, al mismo tiempo, realizando las adaptaciones pertinentes para poder atender las necesidades básicas de todas y cada una de las personas sordociegas.
Por este motivo, el trabajo con las personas sordociegas durante este periodo ha sido aún más esencial si cabe y, por eso, un año más, queremos difundir y dar las gracias a la colaboración de Fundación la Caixa que, a través del Programa de Ayudas a Proyectos de Iniciativas Sociales, nos presta su apoyo al haber seleccionado nuestro Programa para la autonomía personal de las personas sordociegas, guías-intérpretes: el camino hacia una vida independiente. Gracias a esta inestimable colaboración, unida a la de la Fundación ONCE y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, hace posible que la igualdad real y efectiva de los derechos de las personas sordociegas cada día esté más cerca.
Por este y muchos más años de colaboración. GRACIAS
