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La Secretaría de Estado de Derechos sociales ha anunciado una reducción importante del tramo estatal de la recaudación del 0,7% de IRPF de interés social, así como no dedicar la recaudación del 0,7% del Impuesto de Sociedades a fines exclusivamente sociales.

FASOCIDE asume la representación y defensa de los derechos e intereses de las personas Sordociegas y, como entidad sin ánimo de lucro, desarrolla su actividad gracias las subvenciones públicas y privadas que apoyan a este colectivo.

La característica más identificativa de FASOCIDE es que está dirigida por las propias personas Sordociegas que, de este modo, pueden defender con voz propia y en primera persona los intereses del colectivo. Este tipo de estructura es posible gracias a la financiación que permite a cada uno de los representantes disponer de un guía-intérprete asistente que ejerza de puente de comunicación con el resto de la sociedad. Una sociedad que, por desgracia, continua sin ser accesible para este colectivo.

Al ser la sordoceguera una discapacidad de baja incidencia y ante la falta de un censo oficial, se estima que en España viven unas 7.000 personas Sordociegas, muchas de ellas dispersas por todo el territorio nacional. La subvención de 0,7% de IRPF Estatal posibilita la existencia del movimiento asociativo de las personas Sordociegas y la cohesión social del colectivo. Facilita la puesta en práctica de todos los programas de forma unificada a nivel estatal de manera que todas las personas sordociegas puedan disponer de la misma atención y mismos servicios independientemente de su lugar de residencia.

Durante la pandemia del coronavirus, FASOCIDE ha dirigido su actividad a paliar las graves consecuencias de aislamiento añadido que implican las circunstancias actuales, así como a hacer accesibles para nuestro colectivo todas las informaciones, normativas e indicaciones institucionales que, de otra manera, no habrían llegado hasta los ciudadanos y ciudadanas que forman nuestro colectivo.

Durante todo el estado de alarma las personas sordociegas han seguido siendo atendidas por nuestros profesionales. Hemos trabajado con el objetivo de que nadie se quede atrás y, para ello, ha continuado la atención hospitalaria en aquellos tratamientos que no se podían suspender, nos hemos encargado de la gestión y reactivación de la ayuda de los cuidados básicos que, unilateralmente, determinadas Administraciones habían suspendido, si tener en cuenta su grado de dependencia.

Se ha realizado un seguimiento continuado presencial o telemático, cubriendo las necesidades de las personas sordociegas, independientemente de si pertenecían al ámbito de la guía-interpretación u otro ámbito.

Así mismo, Durante la pandemia del coronavirus, FASOCIDE ha dirigido su actividad a paliar las graves consecuencias de aislamiento añadido que implican las circunstancias actuales, así como a hacer accesibles para nuestro colectivo todas las informaciones, normativas e indicaciones institucionales que, de otra manera, no habrían llegado hasta los ciudadanos y ciudadanas que forman nuestro colectivo.

La subvención correspondiente al 0,7% de IRPF es el mayor pilar de financiación de FASOCIDE y recortes la misma puede suponer el derrumbe de la estructura que forma en toda España para dar cobertura a las numerosas y diversas necesidades de las personas Sordociegas

FASOCIDE apela al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a retomar el diálogo con los máximos representantes del sector social y de la discapacidad, en pos de afianzar unas garantías a quienes ocupan el sector más vulnerable de la sociedad, especialmente de cara al futuro que nos depara debido las nuevas circunstancias.

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